“Superman”, la peligrosa droga sintética que puede ser mortal
Hipertermia, convulsiones, deshidratación y paro cardiorrespiratorio son algunas de las consecuencias del consumo de la pastilla que presuntamente consumieron los jóvenes que asistieron a la fiesta electrónica Time Warp en Costa Salguero,
Hipertermia, convulsiones, deshidratación y paro cardiorrespiratorio son algunas de las consecuencias del consumo de la pastilla “Superman”, la droga de diseño que presuntamente consumieron los jóvenes que asistieron a la fiesta electrónica Time Warp en Costa Salguero, que dejó hasta el momento cinco muertos y cinco heridos, entre ellos un menor de edad.
“Si bien no sabemos todavía exactamente qué fue lo que consumieron porque no están los exámenes toxicológicos, lo que demuestran los análisis clínicos es que aparentemente se consumió una droga llamada Superman, una metanfetamina de diseño que se vende como si fuera éxtasis”, explicó a Télam Marta Braschi, toxicóloga del Hospital Alemán.
La especialista precisó que “son varias las drogas de diseño que se consumen en las fiestas electrónicas”, y que “cada pastilla depende del diseñador o bioquímico ilegal que las fabrica, que decide las cantidades de las sustancias que se utilizan”.
“Por lo general estas drogas de diseño se consumen en fiestas electrónicas, ya que en otros ambientes, como los de cumbia, se consumen otras drogas. Los pibes las compran sin saber lo que tienen, y a veces como no consiguen un efecto inmediato consumen otra pastilla o alguna otra sustancia que empeora el cuadro tóxico”, detalló.
Braschi comentó que la Superman, una pastilla chica y de color rojo que cuesta entre 150 y 300 pesos “dependiendo del lugar y la cara del consumidor”, empieza a actuar más tarde que el éxtasis (cuyos efectos se sienten a los 30 o 45 minutos después de haberlo consumido), pero tiene efectos más perjudiciales.
“El consumo de una sola metanfetamina Superman genera hipertermia, convulsiones, excitación psicomotriz, deshidratación, falla multiorgánica y paro cardiorrespiratorio”, precisó, y aclaró que “si se suma además el ritual de bailar, saltar, encierro y calor, es una situación en la que se pierde noción de lo que se consume”.
Según se desprende de la nómina de muertos y heridos suministrada a Télam por fuentes policiales, los cinco jóvenes fallecidos tenían entre 21 y 25 años.
Las dos primeras autopsias revelaron que Nicolás Becerra (25) y Francisco Ernesto Bertotti (21) fallecieron por “edema pulmonar y paro cardiorrespiratorio”, mientras que el tercer deceso fue el de Bruno Claudio Boni, de 20 años, que murió camino al Hospital Rivadavia.
El cuarto y quinto fallecidos son Martín Bazano -que según trascendió es la única víctima extranjera, de nacionalidad uruguaya- y Andrés Valdez, ambos de 22 años.
Entre las personas que continúan hospitalizadas se encuentra Damián Santillán, de 17 años, la única víctima menor de edad que, internada en el Hospital Rivadavia, “continúa mejorando estable y consciente en la Unidad de Terapia Intensiva”, ya sin fiebre y “a la espera de nuevos resultados de laboratorio”, informó el Ministerio de Salud porteño.
En tanto, en el Hospital Fernández se encuentran internados Micaela Soledad Polivoy de 20 años, Nicolás Laitan, de 23 y Leandro Agustín Espinoza, de 19.
Mientras la mujer y uno de esos dos jóvenes se encuentran en estado crítico y con insuficiencia renal en la unidad de terapia intensiva, el segundo varón reviste más gravedad, permaneciendo en “shokroom” y con “asistencia respiratoria mecánica”.
En el Hospital Argerich hay una quinta persona internada cuya identidad aún no trascendió, pero que “continúa en estado crítico aunque muestra leve mejorías”, mientras “permanece con asistencia respiratoria mecánica”, según el comunicado de la cartera sanitaria.